martes, febrero 13, 2007

Poema de Miguel Sabatini

Material publicado anteriormente en www.celebriedades.blogspot.com

La basura puede esperar

Quien vive acá
qué se cree, la basura es vida,
todo desperdicio que huele a carroña,
todo encer que huele a lavandina,
todo lo es aquí utilizable
digamos reutilizable
cartón, botellas, diarios, calzados,
culos de botella con vino, gaseosa,
vinagre, aceite, agua mineral.
Todo es vendible también,
El arte de vender y comprar es posible aquí,
hasta se puede hacer arte con chatarra
y venderlo, qué más, hacer una Expo.
Quien vive acá que se cree,
tiene un mundo interior intelectual y anticuerpista,
tiene un mundo exterior con detritos y otros efluvios,
emanaciones, canciones, adornos,
deco, ratas, falta de energía, leña,
punteros, pelotas, despelotes, aguaceros,
fríos, heladas, insolación del desperdicio, gas butano.
Comer basura es fácil,
pruebe a abrir su propio tacho de desperdicios
y saque ese hueso de pollo carcomido
y másquele la poca carne que le queda.
¿Qué tiene de fantástico
este acto puro y ordinario?
¿Se cree que las bacterias
están esperando ese momento?
Si tiene miedo no lo haga,
usted es un cobarde.

*

domingo, enero 28, 2007

Fotos tras la presentación que no fue

-"¿Ya que no está el libro, al menos existe el poeta?" pregunta Cristian a Anabella. Miguel sonríe, mientras el Comandante Sergio analiza la estrategia política del "incorregible".


Tamara, Anabella y Federico. El trelewense radicado en Buenos Aires apareció "de onda" y sorprendió con su libro, desconocido para muchos.

Crónica de una presentación que no fue

Cualquier cronista más o menos avezado en las lides literarias sabe que hay dos maneras para calificar de exitosa la presentación de un libro: Una es la cuantitativa, dada por la cantidad de público convocado, y la otra (más exquisita si se quiere) es por la calidad de los convocados. En ambos sentidos, la presentación de “Poema en 20 vinos” de Dante Sepúlveda en Trelew, prevista para el viernes 5 de enero, tuvo los ingredientes necesarios para el éxito: Más de medio centenar de personas y un buen número de poetas de todas partes (hasta una residente en Francia, Anabella Rosemberg; otra de Capital Federal, Tamara Florin; además del comodorense Cristian Aliaga y el local Jorge Spíndola, por solo dar algunos nombres). Todo estaba listo para el éxito, sólo faltó que llegara el poeta y su obra. Lo que sigue es la crónica de esos momentos

EL POETA NO LLEGO
Las complicaciones habían comenzado desde el vamos: “Habíamos quedado en que salíamos de Villalonga el martes y llegábamos el miércoles a la mañana, pero a Dante no se que le pasó y ahora parece que llega mañana a la mañana” dice Anabella la tarde del jueves, lo que fue confirmado minutos después –vía internet- por el poeta: “Me voy a preparar el bolso. Saludos a la gente y nos vemos mañana a la mañana”.
Con esta certeza todos respiraron un poco más tranquilos, y a la noche fue el momento de celebrar la espera con un exquisito, regado y prolongado asado en la casa de Mauricio Robles (fue tan exitosa la cena que hasta el anfitrión se dio el gusto de lanzar su candidatura por un nuevo movimiento social, pero eso será tema de otro comentario).
Aunque la mayoría se había informalmente comprometido en ir a esperarlo a la terminal, solo dos tuvieron la valentía de enfrentar el sol de la mañana tras una noche de excesos, y allá estuvieron Anabella y Jorge, bebiendo gaseosas en silencio con rostros que denotaban la falta del descanso reparador.
Finalmente llegó el colectivo, bajaron algunas personas pero el poeta no estaba entre ellas. El poeta no llegó y al cansancio se sumó el malhumor. Ajeno, el poeta realizaba un par de llamadas avisando que había perdido el ómnibus, y livianamente pedía que le cambiaran la fecha para otro día.

“A LAS 3 ESTABA EN VIEDMA”
Para la mediatarde del viernes, el malhumor había dejado paso a la desazón. Es entonces cuando Mauricio lanza la frase que con el correr de las horas se convertiría en una muletilla para justificar la ausencia: “A las 3 me llamó y dijo que estaba en Viedma, que hacía dedo y que estimaba estar a las 9 en Trelew”.
Con la proximidad de la hora prevista para la presentación (21:30) comenzaban a tejerse las más diversas hipótesis, aunque todas mantenían en mayor o menor grado la llegada como un hecho posible. Entretanto, imperturbable, Miguel Rojas acomodaba el escenario, las sillas, el sonido y la iluminación.
Medía hora después de la hora prevista, y tras el reencuentro entre amigos que tiene todo evento de esta naturaleza, Mauricio se encarga de informar al público que -el poeta esta en viaje, que ya está por llegar pero que es momento de comenzar y que porqué no empezamos con unas lecturas.

LIBRO DESCONOCIDO DE AUTOR AUSENTE
“¿Alguien tiene el libro de Dante?” preguntó con rigor periodístico el “incorregible” (según el lenguaje peligroso del gobernador) Cristian Aliaga. Las respuestas fueron variadas pero coincidentes: Que -lo leí por internet o –a mi me mandó el original listo para entrar a imprenta y otras del mismo tenor. El libro, entonces, sólo tenía un cuerpo virtual pero no físico. Incluso Anabella, quien había compartido los últimos 15 días con el poeta, no podía asegurar que el libro existiera. Sólo Tamara se animó a decir que lo había visto pero su comentario fue tomado como una forma de justificar lo injustificable, dada la amistad que lo une con Sepúlveda.
La presentación ya era una charla entre amigos hasta que, pasada la medianoche y cuando se descartaba la llegada del poeta, Miguel Rojas pronunció un lacónico “Esto ya fue” y cerró la puerta de la Galería del Encuentro.
Luego, llegaría el momento de la reunión en alguna casa y la hora de fortalecer lazos con los viejos amigos o de iniciarlos con otros nuevos. Lo de siempre tras la presentación de un libro. Sólo que esta vez se trató de un autor que no llegó con un libro que se desconocía.

miércoles, diciembre 06, 2006

Nacimiento y avatares del poema

Por Aldo Luis Novelli (1)

Material publicado inicialmente en www.escritorespatagonicos.8m.com


La poesía es un imposible y el poema una derrota.
El poema surge de un mal estado de ánimo, de una manifestación tribal en la esquina, de un texto mal leído, de un intestino revolucionario, de la soledad absoluta un segundo después del coito, o de la observación abusiva del juego del millón en el programa de Susana Gimenez.
Técnicamente diría, que sucede un acontecimiento, personal o ajeno, un acontecimiento cualquiera, la imagen de una película, un trozo de conversación escuchado arriba del colectivo, los pechos de una mujer vislumbrados debajo de la blusa, algunos acordes de una canción olvidada, una muerte, o un sueño extraño y fragmentado por la desmemoria. Y alguno de estos sucesos genera una sensación, una sensación diversa y varia, dolor, emoción, angustia, nostalgia, delirio, desasosiego o excitación, o cualquier otra, y ésta permanece grabada en algún recoveco de la memoria y de alguna desconocida forma.
Después de cierto tiempo, en un momento pertinente y sensitivo, este recuerdo surge inesperadamente en el presente, creando ahora una sensación similar o tal vez igual (pero no la misma) y forma imágenes mentales, claras o difusas, reales o ficcionales, de aquel acontecimiento que las generó y entonces el cerebro y el espíritu las empieza a traducir en palabras, las decodifica, las sintetiza, las corrompe, y nace un verso, tan solo un verso, que el esfuerzo posterior, o sea, la inspiración, el talento natural y un complejo y desconocido andamiaje de saberes, convertirán en un poema, o mejor aún, en un proto-poema.
Después de todo esto, resta lo fundamental, el trabajo textual sobre esta arcilla blanda y maleable, que es el poema crudo, el poema en estado puro, y allí las diversas facetas de este arduo trabajo.
Luego, una de las múltiples consecuencias de este proceso, es provocar una sensación parecida o análoga a la que generó el texto, ahora en el lector, intención que generalmente es otra derrota.
De aquí, que la poesía, el arte todo, es una permanente derrota, es la búsqueda de un ideal, de un imposible.
A mí me alienta la búsqueda de ese ‘aleph poético’, la búsqueda del poema total, aún sabiendo conscientemente que es un imposible, pero también una utopía, tal vez la que me incita a seguir escribiendo.
Algunos poetas entre comillas (diciendo esto, un poeta que no está totalmente libre de comillas) creen que están escribiendo la ‘gran cosa’ y entonces ‘se postran embelesados con reverencia ante un paisaje plagado de edenes’, o nos dictan ‘una desiderata estúpida y vulgar sobre su amor a la madre o a la novia indigestada de blanca pureza’, están muy lejos de la poesía o cualquier otra forma de arte que se precie.
Personalmente no puedo afirmar que he accedido al ‘cosmos de la poesía’, digo que vi una hendija y espié por allí (y esto me llevó muchos años) y digamos que apenas he vislumbrado ese cosmos, que intuyo infinito.
Compartirlo ahora con los otros, es un acto generoso y egoísta, es buscar en el otro una afinidad, es buscar un soñador, un príncipe de las mareas entre aguas turbias y contaminadas.
Compartirlo con los otros, es intentar un mundo mejor, es creer que la palabra sirve para algo más que para comunicarse, es un acto de rebelión, es también un acto de fe.
Compartirlo con el otro, es el último acto de resistencia, para combatir la tremenda soledad que nos aflige en este fin de milenio.


Compartirlo, es ya el triunfo, de esta permanente derrota.


(1) Poeta, cuentista, fabulador y ensayista. Nacido en Neuquén en 1957. Es autor de los libros de poesía "Heridas del Naufrágio", "Delicias de la vida cotidiana de la vaca", "Camino cansado entre cuerpos", , "Pasajeros del vacío", "Heterónimos", todos ellos inéditos, publicò "la Noche del hastío" ( Ed. Limòn, 2005). Integró el grupo "Poesía en Trámite" y ha obtenido innumerables premios por su obra. Es uno de los grandes poetas que tiene el sur Argentino.

sábado, diciembre 02, 2006

Dos poemas de Antonio "Gato" Molina




"FLORALIS GENÉRICA" (es la flor de metal que se abre aquí cerca)

Flores que pierden su color,
Flores que se abren
y viajan a su centro,


Cogí de una mano gitana un ramo de flores de fuego.
Y olvide mi nombre.




SIETE REJAS (1)

Siete son los que te traen
Siete son los que te llevan.


Siete rejas, siete llaves, siete rejas.

Siete mares.

(1) éste poema es un robo, pero no se sabe a quién.

domingo, noviembre 19, 2006

Libros selectos-segunda entrega-



Selección de Alfredo Gimenez

Danza Curva, de Ricardo Miguel Costa, publicado por Ediciones del Dock (1999)


Con siete libros publicados, Danza Curva (Ediciones Del Dock, 1999) está en el centro del total de las publicaciones de Ricardo Costa, porque en este libro convive algo de lo que desarrolló en sus obras anteriores, con el anuncio de lo que vendría después.
Parte indisoluble del grupo encargado de renovar la poesía patagónica en los ajetreados y gloriosos años ´80, Costa se diferencia del resto por la ausencia del paisaje patagónico en forma explícita en sus poemas. Su relación con el entorno bien puede ser la meseta neuquina o un amplio patio de su casa natal en el barrio de Boedo (“muy cerquita del Viejo Gasómetro” como recuerda siempre). “Tal vez por ese brusco cambio de paisajes no hay marcas del entorno en su poética, si la gran ciudad fue tragada por la misma Patagonia o viceversa, no lo sabremos”, dirá de él Laura Yasán.



Estrategia

No es más fuerte quien recuerda la sutura
de la carne para retomar el combate.

El que invade el temor y lo corta con la ternura
de quien se cree seguro temblando,
es quizás el espíritu de esa fortaleza.

El amor al temblor convierte al hombre
en una mínima esperanza de su confianza.

Le otorga la sabiduría de volver a temer.


Danza curva



Con un cuchillo la vastedad es inmediata.
Tomar un bocado o cometer un crimen, pueden ser
dos extremos posibles para el ánimo de quien lo empuña.
Para el que mata, el corte es una danza curva
contra el cuello.
Para el hambriento, el corte contra la carne
es la bendición de su miseria.
Pero el que hunde la palabra cuchillo en un poema
corta y troza sin bendiciones ni danzas.
El poema puede ser un tajo luminoso que separa la carne
de tu alma para flotar.
Sólo en la voracidad del hambre está la inmediatez.
La vastedad, en el temor de la víctima y en el vértigo
de quien escribe.




Exequias



Tu boca quiebra un insulto
y lo comparte conmigo.
Luego me besa para impedir una respuesta,
para que el insulto continúe repitiéndose
en su mensaje.

Las historias no dichas aún en nuestras vidas
deberían construirse sobre un testamento.
Nosotros, los testigos del hecho, sabremos
respetar la memoria del pasado.
Mientras tanto, yo guardaré silencio por mi silencio,
ahora que tu boca cava una sepultura
y el cadáver es un beso que se rompe.




Trapo con mascota



Me decía No me apures. No me saltes
encima. Amame como hay que amar. Entregá
todo por algo: oro por tierra, hambre
por fatiga. Doblame el alma y mordémela
contra el pecho para tenerme enteramente
abierta.

Me hacía temblar como un trapo enganchado
en el alambre, como un animal desflecado,
como un cachorro ajeno a lo salvaje.

Y yo ladraba, pedía más, le daba la pata
y me sentía un ángel satisfecho cuando veía
con emoción que cambiaba tierra por oro,
fatiga por hambre.




Ars amandi II


El amor es la traición más delicada
que puede sostenerse entre dos víctimas,
basta que una de ellas caiga primero
para que el otro asuma el poder.
El caído no sabe que ese dolor es suyo,
por eso piensa en el otro y lo compadece.
Duda entre someterlo o ser dominado
porque ignora que la voluntad es la negación
del poder sobre los caídos.
Arte simple y cruel, como la herida que falta
cuando la decisión está cargada en un puño
y alguien mide el golpe sin anunciar
cuándo, dónde, ni por qué.



Adrenalina



Pienso en la mano que dibuja
con un cuchillo la muerte.
El puño armado no participa
de la atención del autor.
La adrenalina busca a través de sus ojos
los ojos de la víctima, mientras la mano
trabaja una y otra vez sin descuidar
el ritmo.
Ocurre lo mismo con quien abre un poema
sin mirar lo que escribe.
Sólo hunde la mano en la carne de la palabra
para ver.


Graffiti


Una pareja de amantes
se aprieta contra una pared.
“Viva Muerte”, dice en la pared,
y yo los miro gozar hasta hacer de esa muerte
una palabra acogedora.
Tal vez cerrar los ojos y morderse
no sea la manera más combativa de acabar
con ella. Pero la pintura se debilita
y la muerte se convierte en una verdad
que ya no tiene importancia.



Primer movimiento


Una boca quieta junto a otra boca quieta
prueban que la levedad del tiempo
podría transformarse en un dibujo ciego
del deseo.
Por eso la boca en la boca del otro.
Por eso el cuerpo mayor sobre el menor.
Por eso algo mueve la luz y las ideas previas
se apagan lejos, en una hoguera propia,
en un aire quemado.




No toda es vigilia
la de los ojos abiertos
M. Fernández


De todos los mundos posibles
el del reposo es el más aterrador.
El tiempo que demora un alma
en construir la palabra Alma,
es el preciso instante en el que
la historia de un hombre
comienza a intuir la muerte.
Escribir no me salva del temor al tiempo.
Pero sí hace que el mundo sufra el reposo
de mi cuerpo, mientras agito una idea incontenible.




Da capo


Desnuda en la cama.
Tira la cabeza hacia atrás
cada vez que se ríe.

El arco de la nuca.

El cabello le cubre el arco
de la nuca.
Allí, donde quema el latigazo
de mi lengua, donde la punta
le arranca la carcajada,
donde su voz baja para aplastarse
contra la almohada y demandar
lo suyo: cegar los ojos,
darle todavía más, castigarla
oara que vea.
Bien arriba de ella.
Desnuda. En la cama.
Sobre el arco de la nuca.

martes, noviembre 14, 2006

Poema de Raúl Mansilla



UNA MUJER PINTÁNDOSE FRENTE AL VACIO

El vacío no era como creía una mancha imperfecta con bulones en los cuatro costados asido a la noche de manera solitaria. El vacío es el paisaje que se crea cuando la puerta se cierra definitivamente y uno queda adentro y otro afuera.El vacío fue inventado por la televisión en mil novecientos sesenta y nueve con tres astronautas saltando ridículamente en un galpón.El vacío tiene varias cuadras de tierra que riega regularmente un camión que no es de Dios como cree el panadero.El vacío es una pintura de Jackson Pollock en el baño de mujeres. Es como un chicle con sabor metálico va y viene en los asados argentinos.El vacío sos vos frente al espejo de un sábado en que la marca de agua original del rostro lavado pasa a convertirse en Bagdad. Nuestras madres llamaban seducción al vacío de enfrentar al espejo con el arsenal de lápices para delinear para pintar labios cejas rubor por acá y por allá el subrayado es tuyo en noche bestia en la noche para romper todo con tu mirada verde para que griten los otarios.“Si primero no te amas no podés andar por ahí presumiendo que podés amar a otros” es la premisa del espacio vacío. El vacío es un dolor de muelas, una taza cayendo de tus dedos. Trizas. Trizas. No podés andar así queriendo a todo el mundo pensando en clonar tu vacío personal en el afectuoso saludo a madres padres abuelos. Cómo está tu vida, qué vas a hacer el próximo quinquenio?. El vacío es el sábado arrojan arroz y no se de donde viene la manía la fotito en la fuente de agua el ridículo vestido blanco las bocinas el novio, la novia los padrinos de armas. Son labios los que encienden la mecha de ese fuego artificial que es el amor y que inventaron los chinos como inventan todo?.Ojos rojos rasgados en sus vestiduras del mirar que invaden de arroz los registros civiles de todo el vacío que quieren comerte occidental y cristiana a vos que ya estás radiante en el espejo con tu pelo rojo y tus ojos verdes delineados y tus labios dobles listos para salir al ruedo que a moneda de hoy es vacío. Primera semana de marzo donde ya todos cobraron en metálico lo que a moneda de hoy serían menos birras menos fasos menos escabio menoscabo de lo que realmente es el vacío para pintarle la cara al más pintado. La poesía es como el vacío pero sin la capacidad que esta tiene de vencer al óxido que genera tu cabecita loca como un gel. La poesía es metálica como el mundo de Mad Max y se la puede desarmar a partir de un gran bulón que tiene en la parte inferior de la carcaza amarilla lírica si es que todavía no se soldó con la herrumbre del líquido citado que nace en la cabeza del mismo vacío. Pero nos estamos yendo del vacío del instante en que frente al espejo de tu baño te disponés a ponerle el moño al cuadro de Gauguin cuando el leve movimiento de tu mano derecha abre la puertita blanca del vanitory para extraer el Eau de Toilette todo revuelta en tu piel para justificar tu presencia en el vacío en el ángulo opuesto del vacío donde estaré y donde cada uno olerá lo que quiera porque para eso se cerró la puerta para que cada uno tenga su propio paisaje vacío.

domingo, noviembre 12, 2006

Un poeta en Bahía Blanca

La obra de Osvaldo Costiglia no goza del reconocimiento merecido en esa triste y gris ciudad; haciendo frente a ésta injusticia la revista La posición, dirigida por el escritor Maxi Crespi , le dedica en su último número un Dossier que incluye una selección de poemas con una oportuna y aguda Introducción del poeta Álvaro Urrutia. Reproducimos a continuación dicho material confiados en que - como dice Urrutia en la introducción- "a pesar de todo la buena poesía siempre sale airosa en ésta lucha"





Invitación a la poesía
Por Álvaro Urrutia



Sabidos son los muchos escollos que debe superar la poesía en estos días. Luchar, en un primer momento, con una sociedad que poco entiende de tiempos de reflexión, de los tiempos de la poesía. Entonces nos apuramos, desentendiéndonos del problema, a responsabilizar exclusivamente a los gobiernos militares, y al frívolo neoliberalismo, del estado en que se encuentra la cultura. Un segundo momento, que es una problemática a la que los poetas no pueden hallarle culpables externos, es la arbitrariedad por la que se rigen la difusión de obras en las distintas revistas de poesía, y en la entrega de premios o becas a poetas. Así vemos cómo muchos poetas menores se pasean mostrando como grandes logros premios y becas, que ganaron en algún concurso en que era jurado algún colega amigo, y a grandes poetas maltratados por la crítica o desdeñados. Así, las revistas realzan a un poeta sobre otro, por un capricho que pocas veces justifican seriamente. Entonces le hacen a un poeta una entrevista, sin dejar que hable demasiado de su obra, interrogándolo sobre la de otros, con la que el entrevistador simpatiza. Los medios de manipulación son muchos y nunca bien intencionados. Estos mercaderes alimentados por un snobismo cultural que siempre los respalda, son los verdaderos enemigos de la poesía: precoces, apurados a definir qué es poesía y qué no lo es, clausuran el acto libre de la creación.
Pero, a pesar de todo esto, la buena poesía siempre sale airosa en esta lucha. Un ejemplo actual es la obra del pampeano Bustriazo Ortiz, que a pesar de ser una voz alejada del canon, se impuso hoy en la escena poética. Fotocopias de sus escritos recorrieron la Patagonia, pasando de mano en mano y de boca en boca, obligando a que se ponga atención en su poesía. Análoga es la suerte que corre la obra de Osvaldo Costiglia, este gran poeta bahiense, del que hoy se me ha encargado hacer una selección. No llegué a su obra por haber leído sobre él en alguna revista, ni porque me hablaran de premios o menciones que haya recibido. De boca de Guillermo David me llega la primera recomendación de leerlo. Pocos días después, en la marcha del 24 de marzo de 2005, tuve la segunda recomendación de su propia boca mientras hablábamos de Manuel Castilla, entre el tumulto y los cantos de la multitud contra el olvido, Osvaldo nombró a Walter Adet, otro gran poeta salteño, y con suave voz, me recitó, de memoria, el poema “Los oficios”, a pesar del ruido de la marcha, su voz se dejó escuchar con excesiva claridad, y me hizo reconocer casi instintivamente la genialidad de ese poema. Sin duda esa voz suave, hermanada con el silencio, era la voz de un verdadero poeta.
Las casualidades, o las causalidades, me han dado la posibilidad de conocer la gran obra poética de Osvaldo Costiglia. Posibilidad que espero poder pagar al menos en parte con esta selección de poemas, que pretende incentivar la lectura de este poeta de Bahía, ¡perdón! EL POETA de Bahía.
He optado por exponer sus poemas cronológicamente, de modo que se pueda seguir la “evolución” y los movimientos de su pensamiento. He tratado que queden expuestos los temas que considero de mayor importancia en su poética: el tiempo y la realidad política. Ambos están ligados estrechamente. El pasado siempre vuelve, son las voces de los ausentes y son las voces del olvido y de la memoria. Nos dice: “Hablo en la boca con otra lengua /en la que mi lengua se enreda...”. El presente le hace sacar la mano de la manga del sacón “para tocar el árbol de la esquina /como si fuera un hermano nocturno /e impasible.” El futuro lo invita a poner “en la mesa tres o cuatro vasos /para dos o tres improbables /convidados por la blancura del olvido”.
En su poesía siempre está presente, lo que él llama, refiriéndose a Giannuzzi pero que podría haber dicho de sí mismo, una “vibración ética”. Vibración ética que lo hace volver al pasado, al de la larga noche de la dictadura, a dialogar con la memoria y con la culpa del olvido. Así, la poesía de Osvaldo, deviene política por propia elección. La política y la poesía se “interpretan e implican mutuamente”, nos dice en el prólogo a su antología Poesía y Política, y completa: “La poesía debería, tal vez, encarar la política desde esa condición de búsqueda de una palabra que no aparezca en los discursos, una palabra única e irrepetible, pero que lleve luz a ese terreno arduo y transitado por multitudes.” Esta es, sin duda, la principal intención de su poética.
Todo lo que pueda seguir diciendo sobre esta obra estaría de más. Aquí los poemas:




EN LA LENGUA, ESE PÁRAMO

Hablo en la boca con otra lengua
en la que mi lengua se enreda
palatal o nasal, acepto la fonética
del destino, los sonidos oscuros
como si fuera la caverna platónica,
pero sin cuerpo, sin manos.
Alguien contiguo a mí en ese
pequeño departamento
desfigura las figuras del amor
en el abandono de la saliva.
El castigo es amanecer
con la memoria reseca
y sin addenda
como corresponde a la categoría
de un ser único.
B.B., 19/08/2002. Palabras asediadas.

DESMEMORIA
A Paco Urondo
La isoca en el trigal, o algo así,
alguna plaga en las cabezas
del país trigal, moviéndolas,
las cabezas, de un lado a otro,
como si algo se moviera, como si pensaran
algo y vos buscando entre los viejos
rejuveneciéndolos en la revoluciones,
pasado de revoluciones
antes de empezar.
Tus pasos de samurai
cuando ya no hubo joda
cuando les dijiste que nunca la hubo.
Ahora, que tristeza
nos disponemos a olvidar,
justamente nosotros,
bañados de oscuridad
y luz de ausencia,
justamente ahora y con un hilo de voz
no mas ancho que el filo de un cuchillo.
B.B., 16/07/2003. Palabras asediadas.


MEDIANOCHE
La casa de enfrente se ilumina.
En esta noche de vino negro y soledad
me gustaría cantar y proponer un brindis
poniendo en la mesa tres o cuatro vasos
para dos o tres improbables
convidados por la blancura del olvido.
De todos modos el ensueño
encogido sobre la nuez del tiempo
corrobora que la sombra en la pared
coincidió alguna vez con un cuerpo.
Edades de la memoria, edades de la desmemoria
deslizándose como arena
abandonando el fruto al oleaje inmóvil
de las palabras.
B.B., 25/05/2001. Ciudades del invierno.

ESTADO DE COSAS
Me refugio en la desnudez como si fuera
el buen salvaje de Rousseau que no soy:
pero hay que tener en cuenta que la filosofía
es ardua y el sudor precede a su rigor mortis.
Está la ciencia y sus amaneceres que anochecen
por lo general antes de tiempo,
con su vena matemática que solo aporta indiferencia.
A la literatura la corroe la desdicha
si pasamos al sillón al patio derruido.
Y la poesía, bueno, la poesía se escribe... ...
a veces.
B.B.,11/03/05. Selección poetica 2001/2005


LLAMADA AL AUSENTE

Eras el espía que se desvanece entre las sombras
saqueado ya el secreto del siglo
dejas paso al ventrílocuo
que aceza con una voz sin raíces
el vacío del tiempo
y despoja a la vida de su resplandor.
Las traslúcidas presencias de la ciudad
arañan los sueños, los apagan,
entre cortinas ajadas de escalofríos.
Suena un timbre en el fondo de los años,
interminablemente,
en un país que sobrevive.
B.B., 16/03/2001. Selección poética 2001/2005


EN MI CALLE

Se me hablaban las manos esa noche
y las metí bajo las mangas estiradas
del sacón.
Sólo volví a sacar una sola,
para tocar el árbol de la esquina
como si fuera un hermano nocturno
e impasible.
B.B., 06/08/2002. Palabras asediadas (2001/2003)- inédito.

¿Qué hace la poesía?

¿Qué hace la poesía en esta amena reunión
donde se habla de crisis o dichas y desdichas
cotidianas?
¿Qué hace el poeta, ese hombre mas o menos
menor, donde algo no esta en su lugar
para que digan bueno, él es así, pero adorna
unos momentos la charla antes de pasar
a lo que importa?
¿qué hace cuando gira su cabeza
y pareciera que mira llover a su espalda?
La primavera cuando es su tiempo
también deambula como una mariposa
por su boca, pero
¿qué va a decir por lo no dicho?
Los brillantes invitados lo escuchan
cuando quieren obsequiarse
la breve alegría que su incoherencia habilita
pero hay un tiempo, una leve frontera
que deberán reconocer
porque su mundo no debe desbordar
de su cabeza, ese alhajero
que todos parecieran conocer
como si durmieran con él,
abierto en la mesa de luz
y recibiendo la mañana.
B.B., 27/02/05. Selección poética 2001/2005.

DEBO HACER ALGO TODAVIA

Debo saludar las voces que ignoré
resentir el olvido que me eligió
traducir el lenguaje de la fiesta
a la luz de su final
decirles a los cantores
que allí estaré
plantado en la neblina
apoyado en la madera
a cuenta de sus crujidos
las manos perdidas en las tareas
incomprensibles de la vejez
recogiendo los restos de la mesa
para iniciar la ceremonia de las cartas
y educar a lejanos amigos
en los relatos de la luz menguante
en los relatos de la desmemoria.
B.B., 24/04/1996. Condenaciones y Resplandores (1995/1996)- inédito

sábado, noviembre 11, 2006

De la nostalgia en Sión al beligerante estado de Israel

Por Dante Sepúlveda

Como todos saben en estos días se reavivaron los ataques del ejercito israelí a blancos civiles en Cisjordania y Gaza.
En el año 2003 se me encomendo la -no muy fácil- tarea de preparar una disertación indagando el origen de los fundamentalismos Musulmán y Sionista.
En la intrincada labor de la investigación se llega, a veces, a una acumulación de datos inconexos.
Recuerdo que la charla no tuvo muchos adeptos, pero lo que transcribo a continuación fue lo mejor que pude hacer.

"pues si mi vida es lo que pidiese,
eso le daré"
Versículo 21, Capítulo 22.
Libro del Job

"dicen los hombres dignos de fe,
pero Alá sabe más"
Jorge luis Borges


El hombre nació cuando las fuerzas del Tercer Reich aplicaron la solución.
Tiempo de paz en Gaza.
La mujer emigró con los sobrevivientes.
Años después, lo vió entrar.
-Qué culpa tenemos, interrogó.
Se fue sin respuestas.
En el otro extremo de la calle, la mujer, lloró por él y por todos.
El hombre se inmoló en aquel bar de Tel Aviv.
En alguna parte, Ismael e Isaac, reían tristemente.

sábado, noviembre 04, 2006

Libros selectos -primera entrega-


Con la presente selección de poemas se inaugura una nueva sección en el blog, se entregaran fragmentos de libros, que quien esto escribe considera indispensables en la poesía patagónica, en esta oportunidad se presenta la primera parte de “El héroe del líquido” de Raúl Mansilla, editado en 1999 por Ediciones del Dock.
En este libro Mansilla agudiza la estética iniciada en “Las estaciones de la sed” (Último reino, 1992), construyendo “el héroe” como un personaje casi de novela articulado de manera impecable con la claridad y “elegante crudeza” que caracterizan al “poeta de ojos rojos”. Aquí los poemas:





EL ORO DE LOS TONTOS

Nada es oro en la mirada del héroe.
La fe ha sido abandonada y no hay nada que inventar.

Nada que curar, nada que nadar.

Nada que negar, las ramas ya están,
sobre el árbol del que cuelgan, líquidos,
el padre del padre del padre de su padre.

Nombres mudos e hijos naturales del alcohol.

Ni cruces de madera en las pupilas dan razones valederas.

Ni el arroz arrojado por Dios a los felices,
ni las madres recordando su futuro en el espejo.

Oro de los tontos.
El silencio es negro y blanco, sólido y gaseoso,
y se proyecta líquido en la pupila del héroe
que mira la vieja foto en donde está tan claro el crimen
y tan borroso el asesino.


EL CARPINTERO LIQUIDO

Cuando entendió la geometría del paisaje
ya se habían borrado los paralelos y las sombras.


Mudo, no tuvo palabras para definir la soledad.

Perdido, en un mapa de viaje,
Ni un punto de vista, siquiera, ni un mojón.

Precariamente, hizo una casa de madera,
de la que yo salí una noche,
cuando entró el alcohol.

Extraviado, y ya sin tonos,
exaltó colores que dijo tener en la manga,
y los griegos entraron a la miseria del hogar,
en un caballo delgado,
sin equilibrio,
inverosímil.



EL BARRIO LIQUIDO DEL HEROE

Sepultado entre cientos de viviendas,
yace lo que fue de niño.

Oculto por signos de cemento que lo niegan,
es devuelto por la luz.

Se repite en las ventanas rotas,
donde en cada trozo crece, todavía el padre,
volviendo borracho y a las diez.

Bajo las viviendas, tiembla la cabeza del joven,
entre varias capas de alcohol,
mientras la noche es un revolver de vidrio
y la madre gime
en los rincones del diablo.


EL CUADRO DEL HEROE

Cómo las muñecas rusas, el cuadro muestra
heridas, por donde entran aldeas
que pintan el mundo, su mundo.

Entre superficie y fondo,
entre botella y botella,
uno tras otro el rostro, uno tras otro.

Y la mujer repetida en el papel
y el derrotero de la física,
y el camino de todos los perdidos,
y la imagen,
con senderos al crimen.

El cuadro en la pared,
con heroínas rusas,
que entran y salen de los inundados ojos del héroe,
que no alcanza a ver el oro en la foto
ni los cadáveres,
esperando,
ser enterrados,
dignamente.


HEROE TEMBLANDO EN EL BAR

El hombre que tiembla en el bar,
repasa sus días en el vidrio de la copa.
Busca en su pérfido cristal al niño,
que lavó el oro en las lágrimas de un tonto.

Hurga en el barrio viejo los restos del muerto,
que pesa cada día mas.

Sábanas, ortigas y alcohol.

Agujas de botellas,
el hombre que tiembla en el bar anuncia su caída en el reloj,
que nada sabe de héroes
ni el lenguaje de las copas es un bote a las dos.

Y no es dorado el paisaje ni bucólico el rostro del héroe,
que lleva la copa vacía hacia la verdad intensa,
que no dice nada pero justifica
la presencia del hombre arrumbado
en la butaca mas sola del mundo.

LA SANGRE DEL HEROE

Pieza móvil, en el suelo petrifica el aviso,
de que es el extremo del líquido.

Subvierte la baldosa blanca,
no sabe escapar de su color.

No extraña la vena abandonada,
sabe su destino,
supo ser vida,
ahora sabe perderse,
en los zapatos de todos los curiosos
que miran al asesinado receptáculo
de vidrio.
LA CONSTRUCCION DE LA PERLA

I

Con la misma persistencia que sus antepasados
una suma de gotas horadan al hombre en la mesa del bar.

Y entre todos, hacen el héroe, la perla,
la roja promesa nacional,
envuelto en la madera, el vaso, el caos, el mozo
y el cuadro de tres pesos.


II

Una marea de vasos y hasta el cuello,
en la ruta preferida, dos veces, el hombre,
mojado por su sed.


III

Una mesa soportando la historia del alcohol.
una perla naciendo de la destrucción.


IV

En la calle, barcos que partieron, niños pidiendo un baño a su madre,
portones donde se ha excedido el sol
y en la vejez del líquido toda su familia,
boca abajo en la humedad.


V

En el vaso,
las últimas naves a punto de ser incendiadas
por el tinto destino que ahora da a los felices.



MUERTE LIQUIDA

Saciada al fin la enorme sed
y envuelto en el objeto de su destrucción
parte hacia el suelo el héroe del líquido.

Procesión de ataúdes de botella,
cenizas de vidrio arrojadas al mar,
hijos quebrados en el techo:
fervoroso panorama de la destrucción.

El único crimen perfecto ha sido cometido,
y un hombre, parte,
espeso,
hacía el líquido final.

lunes, octubre 30, 2006

Poema de Aldo Luis Novelli

Escribo mucho

a mis amigos poetas

Escribo mucho/ pero poco bueno
poco que me emocione a mí
después de un tiempo secreto
que olvido quién lo escribió.

Escribo mucho/ mucha cosa que nadie lee
pero le leo a él aunque se enoje
porque tiene sueño y mañana debe levantarse temprano
porque el pan de cada día y los hijos y todo eso
y la escritura es nada o es algo como
un foco triste en medio de la oscuridad de la pieza
un cuaderno donde me siento un Rimbaud viejo
traficando con esclavas lujuriosas/
un Gianuzzi vapuleando a Heidegger dentro de un círculo
acompañado de un perro que lo mira con hambre/
un Pessoa que se desdobla y me saluda desde la ventana
de este bar donde me encuentro bebiendo por ella.

Escribo algunos textos más fuertes que esta ginebra
que emocionan a Cursaro detenido allá/ en estación/tierra/nada
o admiran las ardorosas poetas Gaby Bruch y Soledad Davis
textos donde Mansilla: poetas de ojos rojos/ me nombra
o el poeta oculto: Spíndola me renombra/ pateando latitas en polvorientas calles laterales/
o Paula Yende, Yenny Paredes y Lili Campazzo
afamadas poetas fundadoras del club de la canasta
se transforman en fieras indomables
por la magia de un sombrero que esconde historias indecibles/
y allá en la populosa Tucson/ el poeta del Harlem: Julio Carabelli
o en la patria de arena/ el Quijote del verso: Sergio De Mateo
dedican poemas dolientes a un tipo
que baila borracho entre sombras ilusivas/
mientras ‘on te road’ Rigazio y ‘minimalism’ Bohoslavsky escriben como si no hubiera mañana
y Dante y el Vasquito se emborrachan de poesía alcohólica/ porque no hay mañana.

Pero no me quemo tanto como me quema esta soledad
cuando el viento arrastra viejos fantasmas contra el vidrio
y mi memoria viaja hasta aquel campamento petrolero
y estoy solo jugando a la pelota en medio del desierto.

Escribo mucho y no sé si esta noche
que el cielo esta borroso y la luna desaparecida
como tantos hace tiempo/
y un ángel negro me mira desde el borde de la mesa
esta lluvia que empapa mi alma/ me traerá el sabor de su piel.

domingo, octubre 29, 2006

Poemas de Elder Silva

Nacido en Uruguay en 1955, fue uno de los poetas de "la resistencia" en las décadas del ´70 y ´80. Los poemas que abajo se presentan fueron seleccionados por Alfredo Giménez.

Poemas

La última atajada

Los tiempos se ponen duros
y uno no tiene donde caerse un miércoles de noche.
Te sentás frente al televisor
y entonces te dicen que ha muerto Lev Yashin.
La última atajada de la araña negra.
Con un cáncer comiéndole el estómago
y una pierna amputada hace dos años, se murió
el héroe deportivo de la Unión Soviética.
El hombre al que sólo le hicieron seis goles
en veintisiete partidos cuando el Dínamo de Moscú.
El electricista que se enroló en los tres palos de
un equipo de hockey.
Veo las atajadas siempre en blanco y negro.
paró cien penales dice el periodista.
Como si dijera:
"El muchacho se comió dos docenas de peras".
Era el mejor golero del mundo.
Pero Darnauchans lloraba arriba de un taxi.
Y el chofer no entendía las lágrimas de un cantor flaco
a las nueve de la mañana.
Y no supo que apenas escuchada la noticia me fui
a vomitar al baño, como si con el alcohol que se iba
por la pileta, pudieran irse los doce años,
cuando uno también cuidaba el área chica.
Y ella y yo teníamos tanto miedo
como Yashin ante el tiro penal.




Zoom

(para Malí)

Estás en la cocina abriendo una lata de arvejas:
de espaldas, los jeans ajustados son fácil tentación
para mis ojos de animal aturdido.
Entro y siento ganas de besarte en el cuello descubierto,
levantar tu blusa y tomarte por los pechos
casi dulcemente.
Pero el abrelatas avanzando por el círculo filoso
detiene mis impulsos venales. Es decir, tus dedos rojos
apretando el abrelatas en el borde del tarro,
cambian calles pasos veredas omnibuses
por ese pequeño y maquinal movimiento
que vos ejecutás con cierta devoción y encanto.
Al fin cierras el círculo
y como fulminada,
la tapa cae sobre los azulejos de la mesa.

Meto la mano en el tarro y te doy una arvejita
en la boca.
Y te toco los dientes con la lengua
en un poema con final feliz.




Muchacha en un ómnibus

Te acomodás el pelo y mirás,
mirás por la
ventanilla como distraída.
O como si buscaras un número entre los
números de las placas que pasan fugazmente.
Y te sonreís apenas con un hálito de agua,
cuando los semáforos cambian del rojo
al verde, y el ómnibus prosigue.

O cuando el amarillo parece perpetuarse,
pero no.
Y yo, como un delincuente, espío en tu nuca
moviéndose
y moviéndose en el otro asiento,
cuando inclinás la cabeza sobre la libreta de notas
(donde seguro no hay una sola línea escrita).

Y sé bien que todo lo hacés porque
sabés que estoy mirándote
y que estoy aguardando el mínimo descuido tuyo,
o el descuido de tu cuerpo o tus palabras.




VUELTA AL MUNDO

Canta un sabiá en Tala,
en la profundidad del espinillar
y le responde un azulito en Migues
en el huerto silencioso, en casa
del poeta Juan Carlos Macedo.
Una bandada de zorzales
voló por la mañana
y su canto nervioso se escuchó
por las orillas del Laureles
y por Parada Herrería,
sobre unos campos de trigo en Valentín.
En "El viento nos llevará"
(Bad ma ra khahad bardr" en iraní)
Abbas Kiarostami
registra el canto de una ratonera,
ese pajarito saltarín que anida en los chilcales.
Al lado de Malí, viendo la película,
comprendí que aquella ratonera
registrada por la cámara de Siah Darek,
a 700 quilómetros de Teherán,
es la misma que atería los mediodías de
mi infancia.
Es que el canto de los pájaros
da la vuelta al mundo, al sol, al sistema planetario,
como algunas veces
—pocas, muy pocas—
también le sucede a la poesía





En la alta luna


Una luna alta hacia el lado de Patitas
se reparte las nubes
y acaso el sur de la Vía Láctea,
como señales para el prójimo.

Las chapas del excusado
golpeándose en el viento
toda la noche.

Recostado en la cama
pienso que el verano es un invento
de los pájaros.

Tengo doce años
y he besado por primera vez a mi novia.




Gato al sol

No es asunto interesante para/
un pasajero
de Varig que vuela a 7.000 pies sobre el
litoral del país
y apenas percibe el verde dominante
-intenso en los campos de arroz-,
las venas de los arroyos
y los tajos de las rutas nacionales.
Tampoco llama la atención de los que
se vuelven para Salto en el/
ómnibus de
Spinatelli.
Ni acaso al almacenero enredado
en los hilos de las ventas de fiado.

Sin embargo,
sentado en la puerta de esta fonda,
no hago otra cosa que distraerme
con el gato que duerme patas arriba,
abandonado a moscas y jejenes.
Aturdido acaso
entre ruidos del planeta azul de Gagarin,
dueño absoluto de las sombras del sol.




En simultáneo


Muere una tarde suave
tras la parroquia de Pueblo Lavalleja.

Los tarumanes envejecen al lado del
centro de salud
sitiado por perros vagabundos.

Entre las sombras que escarban
estos pedregales,
la calle se extiende
y mira hacia donde nadie regresa
todavía.

Cosas sin importancia
que suceden a la vez
-en simultáneo-
en una vida que,
sola,
se disuelve como un alkazelzer.

sábado, octubre 28, 2006

Poema de Marcos Maiz

.... a los que hablan de lo que no se dice

al que se quema las pestañas
para servir para algo

al que busca trabajo
y no lo cambia por favores

al apaleado
que señala al perpetrador

que interroga
niña de himen rasgado

que mantiene esclavos
a los que enseñan libertad

que prohibe y clausura
cuando le combiene

la patria de las condenas,
tiene horizontes trazados con smog
la tierra abonada con mierda sintetica
curas depravados
que protestan el aborto

abogados que duermen expedientes
para sumar intereses a los clientes

la patria de las condenas;
tiene prisiones
donde los hijoputa hacen escuela

la patria de las condenas;
vigila los inocentes

sera que los mortales
aún no escuchan;
el grito de libertad

sera que aún no se escucha
el ruido de rotas cadenas.

domingo, octubre 15, 2006

Definiciones



Grafiti escrito en una esquina de trelew, en noviembre de 2003,"por yenny paredes y chelo candia (el de la mariposa)" , en ocasion del quinto encuentro de culturas del sur del mundo. Doce metros de largo por dos metros de alto.

viernes, octubre 13, 2006

Experiencias

Aunque este es un blog –esencialmente- de poesía, hoy se nos ocurre incluir algo de prosa. Pero no se trata de un cuento, ni un relato. Es ¿apenas? una crónica de una experiencia. Lo que en este caso equivale a decir un canto a la vida, que no es poca cosa.
Decir que el Chelo fue papá (o que Sil fue mamá, que es lo mismo) es como decir que gran parte de los que visitamos o colaboramos con este blog tenemos un nuevo sobrino. Porque ambos son esa clase de gente casi inexistente; una suerte de garrapatas al revés, que una vez que se te pegan difícilmente te las quieras sacar de encima, porque no dejan de inyectarte sangre nueva.
Pero como este es un blog machista, hoy incluímos el lado paterno del parto, quedando a la espera de poder compartir la visión materna.
Gracias Chelo y Sil por seguir dando aportes concretos a la poesía patagónica. Es cierto que puede tomarse como una felicitación aventurada dada la tempranez de los vástagos; pero “difícilmente de una sangre pareja salga la cría cambiada” como diría Larralde.

Felicitaciones, Alfredo y Dante
---

El lado paterno de un parto

La “futura” mamá del Mati me agarra fuerte las manos y me dice: ahí viene otra. Bueno, para eso estamos acá, le digo. Cierra los ojos y algo que siente allá abajo le transforma la cara ¿Qué querés hacer? pregunta la doctora ¿Querés pujar? No sé, grita ella. La veo retener la respiración hasta ponerse colorada. Parece como si se fuera a ahogar. No me aguanto y le hablo: Respirá le digo. El aire sale de su boca de a pedacitos. El dolor pasa. Fue brava ésa, le digo. Si, contesta, y tira una risita. Hace media hora más o menos que siente contracciones seguidas. Las siente venir. ¿Cómo será? ¿De dónde “vienen”? Le agarro fuerte las manos y trato de imaginarme qué es lo que siente. Trato de sentirlas a través de sus manos. Y para mi sorpresa, lo hago: siento la tensión. Es como si yo también las recibiera; obvio que no de la misma forma (menos mal), pero también las recibo. Ahí viene otra. Que venga nomás, le digo, y nos preparamos. La cara se le transforma de nuevo. Se pone roja. Y grita. Ya pasa, ya pasa, digo yo. ¿Qué hago? ¿Empujo? le pregunta a la doctora. Aguantá un poco… ¡No puedo, no puedo…! dice de pronto, asustada. Entonces la doctora llama a la enfermera. ¡La camilla! Creo que antes también la había llamado. ¿Por qué no viene? Parece que hay otros bebés naciendo a esta misma hora y no hay lugar. Entiendo el susto de la mamá del Mati: ella está sintiendo que ya sale… ¡y aún estamos en la habitación! En la cama vecina hay una mamá. También está su beba en una cunita de plástico. Acá está la mamá del Mati, al lado la doctora. Todas mujeres; menos yo y el Mati. Que ya nace. Nadie me lo dice, pero me doy cuenta. Va a nacer acá. En la cama de la habitación. Me aprieta fuerte las dos manos. ¿Qué hago, qué hago?, pregunta otra vez a la doctora. Aguantá, le dice la doctora, aguantá mamita un poquito que viene la camilla. No puedo ¡Tengo ganas de pujar! Está bien, dale: nace acá. Si te da cosa, date vuelta mi amor, le dice la doctora a la mamá de al lado. Ninguna camilla, ninguna sala de parto, nace acá. Vamos, vamos. Le agarro fuerte las manos. Vamos. Dale. Tranquila que lo estás haciendo bien, dice la doctora. Yo la miro y por esas cosas extrañas que tiene la cabeza me cuelgo con la blusa que tiene puesta la doctora. Está llena de flores estampadas. Rojas, rosadas, amarillas. Pienso que es una buena blusa para recibir a un bebé. Mucho más linda que las aburridas y pálidas chaquetas de la sala de parto. ¡Vamos, vamos que ya nace!. Al pensar en la sala de parto me pregunto si acá las condiciones serán las adecuadas. Por la higiene, digo. En la sala de parto te ponen barbijos, chaquetas, hay un pediatra, enfermeros. Acá nada. También pienso que a esta altura, con el Mati asomando la cabeza, eso importa menos que la blusa primaveral de la doctora. Vamos, mamita, vamos. Alcanzo a escuchar a la mamá de la cama de al lado, que se copó y también alienta. Ella me había contado que con nueve de dilatación no se había animado a pujar, y que finalmente su beba había nacido por cesárea. Vamos, ahí nace, ahí nace. La mamá del Mati pega un grito que más que grito es una exhalación, el Mati sale (nace-es dado a luz-asoma-es tenido) y yo siento a través de las manos como todo el cuerpo se le afloja. Su boca, abierta por ese último grito, se transforma en una sonrisa única, y su cara también se transforma, y sus ojos brillan, y su expresión es tan fantástica, tan brillante, tan… maternal, que pagaría por verme la mía. ¿Tendré una expresión “paternal”?. ¿…O de horror…?. ¿O las dos cosas? Nunca lo sabré. La enfermera, que dejó la inútil camilla en el pasillo y ya entró, le pone una manta rapidito y salpicado, pegote y chorreando, se lo da a la madre que rápidamente lo agarra y lo abraza canchera, como si hiciera esto todos los días. Y ahí veo el cordón umbilical. Qué cosa rara. Parece de plástico. Me pregunta si quiero cortarlo yo. ¿Qué? No, ni loco, le digo. Córtelo usted. Usted es la doctora. Yo no. Yo miro.
En ese momento me doy cuenta de que la cámara con la que yo quería filmar el parto aguardaba apagada dentro de su funda.
Después, cuando termino de temblar, salgo a la calle y veo a la gente que va y que viene, veo a padres y madres y niños caminando por la calle, y por alguna razón me siento distinto a todos ellos. Vengo de vivir una experiencia tan increíble, tan única, tan mágica, que me cuesta creer que pase a diario.

El papá del Mati

¿Qué se festeja el 12 de octubre? -historieta de Chelo Candia-

sábado, octubre 07, 2006

Nuevos decires de Miroslav Gódrik

I-

“Déjame equivocarme ahora y disfrútalo, yo me reiré cuando no haya tiempo para equivocarse”

II-
“Cómo se puede leer, si no desordenadamente”

III-

“Los grandes aciertos de Darío: hacernos recordar que Baudelaire a veces aburre, y adelantarse a la abominación que luego produjo Lugones”

domingo, octubre 01, 2006

28/12/86

el destino le dijo
-válgale la inocencia maría
(algo de mi murió en ella
con la primer borrachera)

nunca superó verme
roto contra la pared
no pude mirarla a los ojos
aquella vez desde
(¿cómo seguía?)

“éstas cosas aparecen para crear un vacío
no para llenarlo”
soporta leer mis poemas
por insistencia
-la lastiman
Y vuelve a preparar el mate
para relajarse
¿qué puedo hacer si perdí la sintaxis con la vida?
vida sintaxis perdí
amigos
libros perdí
tiempo tardes
tus manos perdí
un día detrás del río negro
el ritmo estoy perdiendo
me da vuelta la cara
cambia la yerba
y pregunta adónde vas a parar
sin pelo ni amigos
intentándole a la gaita para sentirla cerca
no no el whisky no sirve y es caro
te deja como un vegetal leyendo poemitas obsoletos
para nadie
te hace mear en cualquier lado
escribir
a
múltiples destinatarios

musiquitas irrelevantes mujeres
que ya no piden tus palabras
te puede el corte de verso
todo
te
puede.

dante sepúlveda

Celebriedades -show de octubre-